Gila Monster

Factores de riesgo

Transformación del hábitat y comercio ilegal (Conabio, 2001). Otros factores de riesgo a los cuales está sometida la especie son la fragmentación del hábitat debido al sobrepastoreo y a la tala excesiva.

Situación actual del hábitat con respecto a las necesidades de la especie

En las áreas con presencia de bosque de encino y matorral subtropical, como es el caso de las selvas bajas Caducifolia, se encuentran parcialmente conservados, solo con problemas de transformación del hábitat natural debido a la práctica extensiva de la ganadería, además se cuenta con la problemática de la contaminación de los arroyos con desechos, producto de las actividades humanas. En el caso de zonas con Mezquital, y Pastizal, la principal problemática es la caza furtiva, la ganadería extensiva y la transformación de la vegetación de la regiones bajas en pastos introducidos tipo buffel. En el caso de las áreas desérticas con matorrales de tipo sarcocaule, desértico micrófilo y crasicaule, se encuentran como unas de las zonas mejor conservadas, sin embargo, cuentan con algunas problemáticas, tales como, el sobre pastoreo, extracción de leña, extracción de plantas de distribución restringida, cacería furtiva, transformación de algunos sitios en praderas de pasto buffel y actividades cinegéticas y turísticas no reguladas. En el caso de las áreas pertenecientes a la franja costera, la conservación del hábitat principalmente selva baja espinosa, matorral crasicaule y sarcocaule, es entre baja y media, debido principalmente a la transformación de estas áreas por las actividades de tipo turístico y agrícola, la desecación de pantanos y canales para el aprovechamiento agrícola y el desarrollo de proyectos de acuacultura (Conabio, 2001).

Tamaño poblacional

27 ejemplares en un área de 2 km2 (Beck, 1990).

Antecedentes del estado de la especie o de las poblaciones principales

Es necesaria la realización de estudios poblacionales a lo largo de todo el intervalo de la distribución de la especie, con el objeto de conocer más acerca de la estructura y dinámica poblacional de estos individuos (Bogert y Martín del Campo, 1956), sin embargo, cabe la posibilidad de que aún existan poblaciones del monstruo de Gila relativamente densas en algunas partes de Arizona y Sonora (Ernst, 1992; Beck, 2001, personal).

Relevancia de la especie

El monstruo de Gila es una de las dos únicas especies de saurios venenosos en el mundo. Los miembros de la familia Helodermatidae solo habitan en el continente americano y particularmente poseen glándulas productoras de veneno, con estructura dentaria adaptada para la inoculación. Los dientes tienen dos canales o ranuras, por donde el veneno pasa por capilaridad a la herida cuando el animal muerde (Matz y Vanderhaege, 1979; Ramírez-Velázquez y Guichar-Romero, 1989; Mattison, 1989). El aparato venenoso es distinto al de las serpientes. Las glándulas venenosas están localizadas en la mandíbula inferior y no están en relación con dientes inoculadores especializados. El veneno fluye dentro de la boca y penetra en las pequeñas heridas ocasionadas por los dientes cuando el animal muerde reteniendo largamente a la victima, por lo que, se cree que su mecanismo inoculador es rudimentario y solo útil para cazar. La mordedura es dolorosa, a veces peligrosa, pero raramente mortal para el hombre (Bogert y Martín del Campo, 1956; Matz y Vanderhaege, 1979; Mattison, 1989).

Su periodo de actividad corresponde a la estación de lluvias y se extiende desde el mes de mayo hasta finales de octubre. Durante este tiempo de gran actividad, caza regularmente, se aparea, y pone huevos. Es de hábitos crepusculares, y durante el día, su actividad la desarrolla entre las 08:00 y 12:00 Hrs. A fines de octubre comienza la hibernación durante la cual su actividad es reducida (Matz y Vanderhaege, 1979; Lowe et al., 1986; Beck, 1990). El monstruo de Gila, en sus periodos más activos, llega a recorrer distancias de hasta 210 m en promedio, aproximadamente en 50 minutos, pero existen individuos que ocasionalmente recorren más de un kilómetro (Beck, 1990; Beck y Lowe, 1994; Beck et al., 1995). Raramente se les observa cerca de grandes cuerpos de agua, sin embargo, son excelentes nadadores, y en cautiverio, en condiciones favorables, se les pude ver nadando por horas (Bogert y Martín del Campo, 1956; Grzimek, 1972).

Ámbito hogareño

El intervalo del ámbito hogareño reportado para 2 machos y una hembra de esta especie, fueron de 66.2, 32.6 y 5.6 hectáreas respectivamente dentro de un área de 2 Km2 (Beck, 1990).

El monstruo de gila es un saurio de talla de cuerpo grande (longitud máxima de 560 mm); el cuerpo esta cubierto por escamas de forma de chaquiras, característica de la familia Helodermatidae, y de escamas cuadrangulares en la región ventral del cuerpo; las escamas de la región dorsal y ventral son de color amarillo, rosa y negro. El cuerpo es de forma robusta corpulenta y de movimientos lentos, y los miembros cortos y fuertes; la parte terminal de los dedos con uñas en forma de garras. La forma de la cabeza es triangular, robusta y aplanada de manera dorsoventral. El patrón de coloración es irregular con reticulaciones de color café oscuro o negras sobre un fondo amarillo, naranja o rosa en el cuerpo, y presenta una serie de anillos alternados negros y naranjas o rosa en la cola, este patrón cambia haciéndose más complejo conforme avanza la edad del organismo (Lowe et al., 1989; Ernst, 1992).

Historia de la vida

Vertebrados ectotermos.

Actual

MEXICO / SINALOA

El área de distribución en México del monstruo de Gila comprende los Estados de Sonora y el noroeste de Sinaloa (Stebbins, 1985; Campbell y Lamar, 1989; Ernst, 1992).(Stebbins, 1985; Campbell y Lamar, 1989; Ernst, 1992).

MEXICO / SONORA

(Stebbins, 1985; Campbell y Lamar, 1989; Ernst, 1992).

Histórica estimada

MEXICO

Su distribución se reporta en el territorio mexicano solo para los estados de Sonora y Chihuahua (Smith y Taylor, 1950). Algunos de los Municipios y localidades reportadas para esta especie son: Hermosillo, Magdalena, San Bernardino, San Pedro, cerca de Pozo Cipriano, Sierra de Moreno, monumento No. 146, Cañón de Guadalupe, Cerro de Gallardo al sureste del monumento No. 82, cerca al monumento No. 88, 19 millas al norte de Bavispe, 5 millas al sur de Imuris, 3.2 millas al oeste de Trincheras, en el Llano a 10 millas al sur de la Noria, cerca de La Posa 10 millas al noroeste de Guaymas, en el estado de Sonora y, al norte y posiblemente al oeste de Casas Grandes, en la desembocadura del Lago Guzmán, en el estado de Chihuahua (Bogert y Martín del Campo, 1956).

NOM-059-SEMARNAT-2001

A amenazada

NOM-059-SEMARNAT-2010

A amenazada

El monstruo de Gila es un carnívoro secundario, principalmente se alimenta de huevos de aves y reptiles, roedores pequeños, ardillas terrestres, conejos jóvenes y polluelos, que son capturados en su nido. Durante sus periodos de actividad más alta, demanda gran cantidad de alimento debido al gasto energetico, producto de la época reproductiva, además de almacenar grasa como una forma de reservas, para la etapa de hibernación (Grzimek, 1972; Matz y Vanderhaege, 1979).

Generalmente habita en áreas con pendientes rocosas, evitando las zonas abiertas con planicies (Campbell y Lamar, 1989); esta especie prefiere las zonas rocosas de lava basáltica en donde pueden mimetizarse fácilmente, o bien obtener un refugio para poder escapar a los depredadores; algunos de los refugios utilizados por H. suspectum son madrigueras desocupadas por otras especies de reptiles y mamíferos (Xerobates agassiz y Neotoma lepida) que posteriormente pueden ser utilizadas y modificadas por uno o más organismos de esta especie en diferentes épocas. Sus refugios pueden estar hasta un metro de profundidad con respecto a la superficie, y de 2 metros o más de longitud desde la entrada hasta el final del túnel (Beck, 1990). Al tratarse esta especie de un carnívoro secundario, muy probablemente depende de los veranos lluviosos del desierto, en los cuales aumenta la probabilidad de que este saurio encuentre presas disponibles para alimentarse (Ernst, 1992). El Gila puede ser también hallado en el fondo de cañones con presencia de arroyos permanentes o semi-permanentes, donde este puede escarbar una madriguera y a la vez hacer uso del agua (Stebbins, 1985).

Macroclima

Esta especie habita en una diversidad de climas de tipo desértico que van desde el muy árido-cálido en dos subtipos, BW(h´)(x´) y BW(h´)w, con temperaturas medias anuales mayores a 22° C y temperatura del mes más frío mayor a 18° C; pasando por los climas de tipo muy árido, semicálido, como BWh(x´), árido-cálido [Bso(h´)w], árido-semicálido [Bsoh(x´)], árido-templado [Bsok(x´)], hasta los climas de tipo semiárido-templado [BS1k(x´), BS1h(x´)] con temperaturas medias anuales entre 12° C y 18° C, con una temperatura en el mes más frío entre -3° C y 18° C, con una temperatura en el mes más caliente menor a 22° C. Esta especie puede hallarse desde el nivel del mar hasta elevaciones de 1000 m. en el territorio mexicano (Bogert y Martín del Campo, 1956; Conabio, 2001).

Uso de hábitat

Estos saurios habitan principalmente en zonas con pendientes rocosas formadas por el enfriamiento de flujos de lava basáltica (Beck, 1990), sin embargo, también pueden utilizar áreas con vegetación de Mezquital, bosque de pino-encino, selva baja caducifolia y bosque espinoso (Campbell y Lamar, 1989; Behler, 1991; Ernst, 1992).

En estos organismos la cópula generalmente se lleva a cabo durante los meses de mayo y junio, el macho se coloca al lado de la hembra y solo se unen las cavidades cloacales de ambos individuos (Bogert y Martín del Campo, 1956; Matz y Vanderhaege, 1979; Gans y Tinkle, 1977). La copula tarda de 30 minutos a una hora, sin embargo, el cortejo puede durar hasta 12 horas sin que haya copula. Inicialmente el cortejo comienza con movimientos cercanos del macho hacia la hembra, rozándola con su lengua en una actitud olfativa, comienza a frotar suavemente su mentón en distintas partes del dorso, camina lentamente en su entorno y una vez que localiza la dirección del cuerpo se vuelve más insistente en sus roces y realiza una mayor presión sobre su cuello y la cabeza, si esta no huye, el macho coloca la mitad anterior encima del dorso de la hembra, abrazándola y frotándola más fuerte hasta facilitar el contacto de ambas cloacas (Wagner et al., 1976; Ramírez-Velazquez y Guichar-Romero, 1989; Ernst, 1992). Dos meses más tarde la hembra deposita los huevos que eclosionarán en un lapso de entre 117 y 130 días después de la puesta; en promedio los huevos presentan un diámetro de 26.8 x 14 mm (Bogert y Martín del Campo, 1956; Shaw, 1964; Fitch, 1970; Matz y Vanderhaege, 1979; Ernst, 1992).

Fecundidad

En vida libre, esta especie tiene una sola puesta al año de entre 1-12 huevos (usualmente de 4-6) entre julio y agosto (Stebbins, 1985; Lowe et al., 1986; Ernst, 1992).

Proporción sexual

Es muy difícil poder conocer el sexo en los ejemplares vivos de esta especie; en la actualidad, la proporción de sexos en las poblaciones silvestres son desconocidos; sin embargo, Bogert y Martín del Campo (1956), presentaron datos basados en 92 ejemplares de H. suspectum preservados en colecciones. Esta muestra estaba compuesta de 45 machos y 47 hembras en una proporción 0.95:1, sin embargo, la proporción de sexos observada para las 2 subespecies de Gila fueron marcadamente diferentes: H. s. cinctum 16 machos y 6 hembras, 2.7:1, y H. s. suspectum-29 machos y 41 hembras, 1:1.4. Los datos derivados de estos ejemplares, no necesariamente reflejan, la composición real de las poblaciones en la naturaleza. Es claro que las recolectas de estos ejemplares estuvieron influenciadas por factores conductuales de la especie en ciertas épocas del año y por diferencias muy marcadas en la conducta de cada sexo, ya que mientras que los machos suelen ser más móviles, las hembras son más sedentarias y en algunas temporadas, raramente se ven afuera de sus madrigueras (Bogert y Martín del Campo, 1956; Ernst, 1992).