Masked Bobwhite (Quail)

Principalmente el exceso del pastoreo, aunque no se descarta la influencia del uso de pesticidas empleados en la agricultura, así como la gran presión que ejerce el deporte de la cacería.

Situación actual del hábitat con respecto a las necesidades de la especie

La desaparición de las poblaciones de Arizona se atribuye principalmente a la degradación del hábitat por el sobrepastoreo y fuertes presiones de las sequías (Brown 1904, Gallizioli et al. 1967). Sin embargo, las poblaciones remanentes sufren de presiones debidas a actividades antropogénicas como desmontar los matorrales con el fin de sustituirlos por pradera de zacate buffel (Cenchrus ciliaris) o pastos africanos, benéficos a la ganadería pero no para la codorniz cotuí (Garza-Salazar et. al. 1992). Sin embargo, sólo se podría adaptar si se mezcla con pastos o hierbas nativos (Johnson y Hoffman 1985).


Refugios

Debido a los problemas serios que presenta la codorniz cotuí, es a mediados de 1980 que se estableció en Arizona (USA) el refugio nacional de vida silvestre de Buenos Aires con el propósito de proteger el hábitat de esta codorniz (Kuvlesky 1999).

Historia de vida

Ovíparas, homeotermos. Son aves granívoras y territoriales. Es una especie cuasiendémica de México. Requiere hábitats que cuenten con arbustos y pastos nativos. Son aves greagarias.

Antecedentes del estado de la especie o de las poblaciones principales

Garza Salazar et. al. (1992) registraron información importante acerca de su estado actual, encontrando que en invierno de 1990-1991 se localizaron 58 individuos en las localidades de Benjamín Hill y Carbó. Para verano de 1991 se contabilizaron 40 individuos, lo que indica que se detectó a una nueva población en Las Trincheras. Sin embargo, las poblaciones de Benjamín Hill aportaron información clara sobre una ampliación de su distribución y de sus números, comparado con épocas pasadas, siendo en números de 70 a 140.

Tamaño poblacional

El trabajo realizado por Garza-Salazar et al. (1992) durante 1991 permite reconocer la presencia de 6 parvadas para la localidad de Benjamín Hill y Carbó, 4 más en Rancho El Seri y 2 en El Arpa, contabilizando 58 individuos, ubicándose principalmente en cultivos de zacate maravilla (Sorgum almun), pastizal mixto de zacate buffel (Cenchrus ciliaris) y pastos nativos con mezquites arbustivos (Garza-Salazar et. al. 1992). Sin embargo, las estimaciones de estas poblaciones indican números de 70 a 140 individuos para Benjamín Hill. Las poblaciones registradas para El Carbó son de 25 a 50 individuos y donde se registró un número considerablemente bajo fue en Las Trincheras siendo no mayor a 20 individuos.

Residente y muy sedentaria.

Ámbito hogareño

Las bandadas tienden a ser marcadamente sedentarias y su ámbito hogareño es de menos de medio kilómetro de radio, raramente mayor (Arizmendi y Ceballos 2000). Son muy territoriales y se mantienen juntas durante el día y la noche, formando un círculo compacto donde se mantienen unidas por la cola (Leopold 1990). La más importante inestabilidad de las bandadas ocurre en otoño debido, principalmente, a la existencia de individuos que no tuvieron éxito en la búsqueda de parejas al inicio de la temporada reproductiva, así estos individuos atacan a parejas con jóvenes. (Johnsgard 1988).

Algunas de las actividades dirigidas a la conservación de la codorniz cotuí se han conducido principalmente con el objetivo de reintroducir a la subespecie en zonas de distribución histórica en Sonora. Para este programa se liberaron aves durante 1981 y 1982 en Mazatlán, La Colorada y Carbó, obteniendo un éxito muy bajo. En 1989 se verificaron los sitios de liberación confirmando que en dos sitios fueron negativos y en Carbó se incrementó el número de individuos, siendo un factor determinante el aumento de las precipitaciones (Garza-Salazar et. al. 1992). Recientes estudios llevados a cabo por biólogos de la vida silvestre de Estados Unidos de América han hecho esfuerzos considerables para salvarla y recuperarla. Los esfuerzos de recuperación en Sonora se restringieron al monitoreo de las poblaciones hasta principios de 1990 cuando se implementaron las operaciones de mejoramiento del hábitat (Kuvlesky 1999).

Presentan dimorfismo sexual. Los machos miden de 10.1 a 11.1 cm de longitud del ala plegada, cola de 6.0 a 6.9 cm, tarso de 2.94 a 3.13 cm y pico de 1.4 a 1.7 cm (Ridgway y Friedmann 1946, Leopold 1990). Lados de la cabeza, auriculares y lados del cuello color rojizo; cabeza, espalda, rabadilla y alas de colores pálidos, marcas blancas más reducidas y reemplazadas con café, interescapulares avellana pálido; pecho y abdomen ligeramente pálidos. Parte posterior de la corona y nuca con blanco. La hembra es más parecida a Colinus virginianus texanus, pero con los bordes de las plumas dorsales más blancas, menos gris. Pecho canela pálido variando ligeramente con negro y blanco; flancos ampliamente rayados con color canela, pecho con barras

Histórica

MEXICO / SONORA / CAJEME

Cumuripa y Porvenir (Garza-Salazar et al., 1992).

MEXICO / SONORA / COLORADA, LA

Rancho el Aigame y Rancho la Cuesta (Garza-Salazar et al., 1992).

MEXICO / SONORA / GUAYMAS

Punta de Agua y Rancho pozo Leyva (Garza-Salazar et al., 1992).

MEXICO / SONORA / MAZATAN

Rancho Agua Helada, Rancho Laraña y Rancho San Fermín (Garza-Salazar et al., 1992).

Histórica-actual

EUA

MEXICO

Distribución histórica: El rango de distribución originalmente conocido para la codorniz cotuí comprendía el sureste y centro de Arizona, en los valles de Altar y Santa Cruz (EUA), hacia el sur llegando a la parte sur de Sonora (México) y hasta las proximidades de Guaymas (Aldrich, 1946; Garza-Salazar et al., 1992). Dentro de este rango se identificaron tres áreas en Sonora. Un segmento de su rango histórico incluyó Arizona, Sasabe y Benjamín Hill; otro contuvo Bacuachi y Cumpas y un tercero a Las Arenas (Banks, 1975). Esta especie desapareció de Arizona en el año de 1900 y continuaron poblaciones estables en Sonora pero, dramáticamente presentaron una disminución considerable, a tal grado que no se localizaron poblaciones en los años de 1949 y 1950 (Ligon, 1952). Sin embargo, esfuerzos posteriores corroboraron la presencia de la codorniz cotuí en Sonora (Gallizioli, 1964).

Distribución actual: Su área de distribución se ha reducido y actualmente, sólo se encuentra en el centro de Sonora (ver mapa de distribución).

MEXICO / SONORA / BENJAMIN HILL

Rancho el Seri y Rancho Hereford (Garza-Salazar et al., 1992).

MEXICO / SONORA / CARBO

Rancho el Arpa y Rancho Grande (Garza-Salazar et al., 1992).

MEXICO / SONORA / TRINCHERAS

Rancho las Cruces y Rancho el Cuatro (Garza-Salazar et al., 1992).

NOM-059-SEMARNAT-2001

P en peligro de extinción




CITES

Apéndice I




UICN

UICN

La codorniz cotuí se alimenta principalmente de semillas como de girasol, acacias, cola de zorra, frijoles cultivados, maíz, trigo y tomates (Johnsgard 1988, Caroll 1994) pero también incluye algunos ortópteros (Ellis y Serafín 1976-1977). Durante la época seca, la codorniz cotuí obtienen su agua básicamente del rocío y de las gotas de lluvia durante la estación lluviosa. (Leopold 1990).

Los registros de poblaciones actuales sugieren la preferencia por la sabana desértica sonorense mezclada con zacate bufffel y el zacate maravilla (Sorgum almun), aunque también se localizaron parvadas en sitios con una gran variedad de pastos nativos, hierbas y arbustos, destacando principalmente el "dais" (Acacia angustissima) (Leopold 1990, Garza-Salazar et. al. 1992, Arizmendi y Ceballos 2000). Para la codorniz cotuí resulta esencial el contar con áreas de descanso que sean seguros y confortables por las mañanas y por las tardes porque es cuando se alimentan.
Emplean generalmente zacates altos y plantas herbáceas y prefieren los arbustos porque estos les proporcionan cobertura durante todo el año. Algunas de las características adecuadas para los sitios de descanso incluyen una cubierta espinosa y densa de 30 cm arriba del nivel de suelo y con un diámetro de 2 a 2.5 m.; suelos desnudos o con poca cubierta de vegetación y plantas que presenten crecimiento bajo hacia fuera para poder ver en todas direcciones. Las coberturas varían durante las épocas frías y calientes, es decir, en el invierno un mogote de arbustos es suficiente pero en el verano es indispensable la presencia de arbustos altos con follaje denso (Lyons y Ginnett,1998).


Macroclima

Habita en climas semiáridos templados en altitudes promedio de 270-1200 msnm (Ridgway y Friedmann 1946, Arizmendi y Ceballos 2000).

Tipo de ambiente

En las zonas de matorral xerófilo, bosque espinoso y pastizales de Sonora. La codorniz cotuí habita en zonas con mucha maleza, en campos y sabanas con mezclas de pastos. Se encuentra en la sabana sonorense del desierto de Sonora (Garza-Salazar et al. 1992, Caroll 1994, Johnsgard 1988).

Relevancia de la especie

El tamaño limitado de las poblaciones de la codorniz cotuí son debidas primordialmente, a las actividades de degradación de su hábitat por el sobrepastoreo y sustitución o reemplazo de matorrales por los zacates de origen africano útiles para la ganadería. También las sequías han ocasionado descensos considerables en las poblaciones. La gran necesidad de contar con este tipo de ambiente, indispensable tanto para su adecuada alimentación como para su anidación y su estatus en peligro de extinción, así como su rango de distribución restringido (especie endémica), son características que hacen de la codorniz cotuí una especie prioritaria para la conservación. El estado actual que presenten las poblaciones de esta subespecie es un indicador excelente para diagnosticar la salud del hábitat en el que se desarrolla. Por lo tanto, conocer, comprender y analizar los factores que de alguna manera están mermando su crecimiento puede permitir proponer mejores estrategias, tanto de manejo como de conservación a corto plazo.

La codorniz cotuí construye su nido en depresiones sobre el suelo y las alinea con vegetación muerta. El tamaño de la nidada es de 12 a 14 huevos y la incubación dura 23 días. El primer huevo es puesto uno o dos días después de finalizado el nido, un poco después es puesto diariamente otro huevo hasta terminar que es completada la nidada (Johnsgard 1988). El éxito de la nidada es del 20-40 %. Sus huevos son de color blanco pero pueden presentar manchas (Caroll 1994). La época reproductiva de la codorniz cotuí coincide con la llegada de la estación lluviosa (principios de julio y mediados de septiembre). Las parejas formadas durante este período comienzan a disgregarse de las bandadas y algunas parejas anidan a mediados de julio. La época reproductiva se completa a mediados de noviembre (Ellis y Serafín 1976-1977).