El raque, chuillur, sachacapulí o majua (Vallea stipularis) es una planta de la familia Elaeocarpaceae, nativa de los Andes, que se encuentra en Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, entre los 1.600 y los 4.000 m.s.n.m.[2]
Es un árbol perenne, que alcanza hasta 15 m de altura. Raíces profundas. El tronco es torcido, muy ramificado. Las hojas, acorazonadas o en forma de pera, a veces lobuladas, de hasta 10 cm de largo, de color verde oscuro por encima y pálidas debajo, con mechones de pelos en las axilas de las venas. Inflorescencia en racimos terminales. Las flores pequeñas en forma de campana son de color rojo carmesí o rosado. Tiene cada una cinco sépalos y cinco pétalos de tres lóbulos, de unos 13 mm de largo. Frutos se abren en 4 valvas en cápsulas globosas.[2][3]
Maderable, la madera es lisa y pulen bien, y también es resinosa, combustible. Las raíces se utilizan localmente para aromatizar.
Favorece la producción de miel por ser apetecido el néctar de sus flores por las abejas.[3]
La medicina tradicional le atribuye propiedades como cicatrizante y analgésico y la usa para el tratamiento del escorbuto, la gastritis y el reumatismo.[4][5]
El raque, chuillur, sachacapulí o majua (Vallea stipularis) es una planta de la familia Elaeocarpaceae, nativa de los Andes, que se encuentra en Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, entre los 1.600 y los 4.000 m.s.n.m.