La copaiba, Copaifera officinalis, también llamada en Puerto Rico, Bolivia, Colombia y Venezuela palo de aceite,[1] es una especie fanerógama perteneciente a la familia de las fabáceas.
Es natural de la cuenca del Amazonas; se encuentra en Brasil, Bolivia, Colombia, Perú y Venezuela.
Es un árbol que alcanza los 20 metros de altura con tronco de 50 cm de diámetro y poco ramificado. Sus hojas son de color verde y pinnadas a pares, presentan un par de foliolos en C.officinalis y dos o tres en C. pubiflora. Las flores son de color blanco que se agrupan en racimos terminales. El fruto es una legumbre con una sola semilla.
Produce una gran cantidad de hidrocarburos de su madera y hojas. Un árbol puede producir de 30 a 53 litros de hidrocarburos por año, en masa que producen 10.000 - 12.000 litros / hectárea / año,[2] que es increíblemente alta. El compuesto principal en el aceite es de copaiba, una oleorresina que es útil en la producción de productos derivados del petróleo, tales como lacas y puede ser utilizado como biodiésel. El árbol es también la principal fuente de copaeno, otro terpeno.
La madera se puede quemar como leña o usada en carpintería.
Las abejas utilizan el árbol para la recolección de polen.
Copaifera officinalis fue descrita por (Jacq.) Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum, Editio Secunda 1: 557. 1762.[3]
Se los conoce popularmente por tacamaca,[4] copaiba, aceite de palo, árbol del aceite, copai o copaibí.
La copaiba, Copaifera officinalis, también llamada en Puerto Rico, Bolivia, Colombia y Venezuela palo de aceite, es una especie fanerógama perteneciente a la familia de las fabáceas.
Fotografía del árbol. Aceite esencial.