Uso de hábitatLos corales hermatípicos son los constructores principales de los arrecifes coralinos. La clase Anthozoa del phylum Cnidaria incluye más de 6000 especies marinas solitarias o coloniales (Stoddart 1969), e integra seis ordenes entre los cuales está el Scleractinia o Madreporaria. Los pólipos coralinos son en esencia anémonas coloniales, con la particularidad de producir un esqueleto externo compuesto principalmente de aragonita (forma cristalina fibrosa de carbonato de calcio); la calcita (forma cristalina común del carbonato de calcio) está ausente (Goreau 1959). La forma del exoesqueleto calcáreo adopta diferentes formas de acuerdo a las especies y a las presiones del ambiente. El conjunto de estas masas esqueléticas pueden formar en condiciones adecuadas arrecifes de varios km de extensión. El crecimiento de las colonias coralinas van formando un mosaico de luz, sombras y condiciones diferentes que proporcionan a la estructura arrecifal las propiedades de un mesocosmos, donde existe una intensa interrelación de especies y hábitats.
Bajo la perspectiva antrópica, los diferentes hábitats que se presentan en el arrecife coralino, tienen diferentes usos que van desde la recreación, pesca, obtención de materiales para construcción, investigación en sus diferentes modalidades, hasta los usos en tradiciones ancestrales que algunos grupos étnicos hacen de ellos.
Bajo la perspectiva natural, los diferentes hábitats que conforman el arrecife sirven como zonas de refugio, agregación, crecimiento y/o reproducción de diversos organismos, muchos de ellos de gran importancia comercial. Por otro lado los hábitats que componen el arrecife tienen un papel importante en la fijación de Nitrógeno y el control de los niveles de Bioxido de Carbono.
AmbientalEl beneficio ambiental que representan los arrecifes coralinos, es importante para el desarrollo costero humano, ya que sirven como una barrera para la erosión marina ocasionada por las corrientes y sobre todo como un escudo para diferentes eventos meteorológicos que se originan en el mar, al ser los reguladores de cambios. Entre sus usos, algunos organismos del arrecife aportan materia prima para la industria farmacéutica, son un gran reservorio de material genético y juegan un papel importantísimo en la fijación de Nitrógeno y el control de los niveles de Bióxido de Carbono. Además son ecosistemas altamente productivos, con especies de alto valor comercial y son sitios de inigualable belleza que generalmente son usados por el hombre como sitios de esparcimiento y en donde la industria turística tiene un desarrollo espectacular de manera tal que representó para el año 2004 y sólo para el Caribe, una entrada de divisas de $8900 millones USD y dieron empleo a 350 000 personas(Torruco et al. 2006).
MaterialesAún cuando en la antigüedad se ha registrado un importante uso como material de construcción (la Ciudad de Veracruz tiene cimientos de corales pétreos), actualmente con la aparición del cemento, ha decrecido su utilización.
En México, una parte importante de los arrecifes coralinos del Golfo y Caribe son utilizados en la industria turística, con excepción de los arrecifes de Campeche en la Sonda de Campeche y de algunos arrecifes de la parte media y sur de la costa de Quintana Roo. Otros como los de Veracruz, tienen una fuerte tensión tanto antrópica como naturales, representadas por las desembocaduras de ríos que en algunas épocas del año son muy caudalosas y que cambian las condiciones ambientales drásticamente.
Utilización y comercioComercio nacional. De esta especie en particular no existe. Los últimos datos recabados de la SEMARNAT, para el comercio de corales en México, muestran los siguientes resultados.
El total de géneros comercializados entre 2000 a 2005 es de 55; no obstante procedentes de México solo son 7 (4 corresponden al Pacífico y 3 al Atlántico). Esto da evidencia que el comercio de corales mexicanos es muy bajo
(Fig. 1). De manera global, del comercio de corales en México, la mayoría son ejemplares vivos, ya sea por pieza o por kg, ya que una buena proporción de este tráfico son de las llamadas "piedras vivas", que conllevan no solo corales sino fauna asociada al propio arrecife
(Fig. 2). La frecuencia de movimientos comerciales mensuales en los 5 años de análisis reportan un mayor número de transacciones comerciales en el 2002, en los meses de noviembre y julio (150 y 110 respectivamente); también se tiene el registro de un alto valor (103) en agosto del 2005. Estos tres meses son los que han registrado transacciones mayores a 100
(Fig. 3). Los otros meses de los años analizados tienen transacciones menores a 70 movimientos.
Aún cuando entre los años el número de piezas, kilogramos o tejidos en comercio es variable, se destaca el año 2002 para las piezas y el 2004 para los kg (o piedras vivas), las muestras de tejido solo se comercializaron en el 2005
(Fig. 4). El número de piezas en el año 2002 alcanzó el número de13500, mientras que en el 2004 los kg de piedra viva en comercio fue de 15100.
Comercio Internacional licito. El PNUMA en su informe del Centro Mundial para la conservación estiman que casi 12 millones de piezas de corales pétreos están siendo transportados y vendidos anualmente. En este informe, se menciona al Sureste de Asia como la mayor fuente para la comercialización, sin embargo, un número cada vez mayor de especies marinas ornamentales son extraídas de diferentes naciones insulares que se encuentran en el Océano Indico y el Pacífico. La mayor demanda proviene de los Estados Unidos, Europa y en menor cantidad, de Japón. Aún cuando el mayor comercio se ejerce sobre peces arrecifales, el comercio de corales vivientes alcanza un valor de más de $7,000 dólares por tonelada cantidad que no es comparable con la alcanzada por el coral cultivado para la producción de caliza que tiene un costo de $60 mil dólares por tonelada (Wabnitz et al. 2003).
Son 10 los países que proporcionan la mayoría de los corales que se comercializan en México. Indonesia y las Islas Fiji, son los mayores exportadores de corales para México (con 1143 y 189 operaciones respectivamente) durante los cinco años de análisis
(Fig. 5). Existe un número reducido de corales en comercio cuyo país de origen no está registrado; De ellos la mayoría de los géneros reportados son de la parte Pacífica y solo uno de ellos correspondería a la parte Atlántica (Tubastrea). Un género es común a ambos océanos (Acropora).
Aún cuando son 10 los países de origen del comercio de corales en estos últimos 5 años, la procedencia directa se puede reunir en cuatro de ellos, de los cuales el mayor comerciante es E.U.A
(Fig. 6), con 2200 transacciones.
Comercio Ilícito: No se tienen disponibles datos específicos para esta especie, no obstante en algunos muelles del Veracruz, en tiendas y comercios ambulantes de algunas zonas del Caribe se venden ejemplares de corales escleractinios (obs, pers.) generalmente de las especies de Acropora cervicornis o de Diploria spp.
Efectos reales y potenciales del comercio. No obstante que el comercio real no es ahora una amenaza para las especies de corales, muchas de las transacciones realizadas en la comercialización de corales ha sido importaciones transitorias (1590), donde México ha sido un punto de distribución a otros países; solo una pequeña fracción han sido importaciones definitivas (574), esto indica que los destinatarios finales son tiendas de acuarios que se encuentran en México y que potencialmente podrían requerir mas ejemplares
(Fig. 7). Las exportaciones nacionales que se han realizado son una pequeña fracción (14 transacciones), y generalmente han sido como material de investigación principalmente farmacológico.