Los signátidos (Syngnathidae) son una familia de peces que incluye al caballito de mar, al pez pipa (subfamilia Syngnathinae) y a los dragones de agua, compuestos del dragón de mar común (Phyllopteryx taeniolatus) y al dragón de mar foliado (Phycodurus eques).
Los peces de esta familia tienen una característica única, en la que las hembras ponen sus huevos en una cavidad del tórax del macho, y luego este los fecunda y los incuba.
Syngnathidae es una palabra de origen griego que significa "mandíbulas unidas".
Su cuerpo largo está cubierto de placas óseas, que enlazadas terminan con una estructura cuadrangular en la cola. Su cabeza es alargada y tienen una especie de hocico tubular con una boca desprovista de dientes. La rigidez de su cuerpo evita que naden como los demás peces, y el desplazamiento lo realizan en posición erguida con la ayuda de una aleta dorsal. Aunque su nadar es lento, se defienden de los depredadores por su capacidad de camuflaje. Muchas de las especies están en peligro de extinción, debido a su comercialización, tanto para la medicina oriental, como para la industria turística.
El Registro Mundial de Especies Marinas y FishBase reconocen los siguientes géneros, agrupados en dos subfamilias:[1]
Los signátidos (Syngnathidae) son una familia de peces que incluye al caballito de mar, al pez pipa (subfamilia Syngnathinae) y a los dragones de agua, compuestos del dragón de mar común (Phyllopteryx taeniolatus) y al dragón de mar foliado (Phycodurus eques).
Los peces de esta familia tienen una característica única, en la que las hembras ponen sus huevos en una cavidad del tórax del macho, y luego este los fecunda y los incuba.
Syngnathidae es una palabra de origen griego que significa "mandíbulas unidas".
Su cuerpo largo está cubierto de placas óseas, que enlazadas terminan con una estructura cuadrangular en la cola. Su cabeza es alargada y tienen una especie de hocico tubular con una boca desprovista de dientes. La rigidez de su cuerpo evita que naden como los demás peces, y el desplazamiento lo realizan en posición erguida con la ayuda de una aleta dorsal. Aunque su nadar es lento, se defienden de los depredadores por su capacidad de camuflaje. Muchas de las especies están en peligro de extinción, debido a su comercialización, tanto para la medicina oriental, como para la industria turística.