Los tabánidos (Tabanidae) son una familia de insectos dípteros braquíceros comúnmente conocidos como tábanos que, como el resto de los dípteros, solo tienen dos alas funcionales, las anteriores. Las alas posteriores han sido transformadas en halterios o balancines, apéndices que ayudan al control del vuelo, lo que les permite volar muy activa y eficazmente, alcanzando los 30 kilómetros por hora en vuelo recto, en particular los tábanos de pradera (géneros Tabanus, Hybomitra, Chlorotabanus, etc.), más que los de hábitats forestales, como Chrysops.[3]
Esta familia posee 4.500 especies alrededor del mundo, de las cuales 1000 pertenecen al género Tabanus.[4][5] De acuerdo con el catálogo de Tabanidae Neotropical realizado en 1994, 1.172 especies y subespecies se han descrito en la Región Neotropical y de las larvas se conoce solo el 4,1%. Sin embargo, estudios más recientes de 2009 estiman un número de 1 082 especies.
La familia Tabanidae se divide en tres subfamilias:
En los tabánidos existe un marcado dimorfismo sexual que afecta a dos aspectos de su anatomía. En primer lugar, las hembras presentan un aparato bucal capaz de picar mamíferos para extraer sangre mientras los machos solo extraen jugos vegetales, similar a los mosquitos.
En segundo lugar, los machos son holópticos (sus dos ojos se unen en un punto) y las hembras dicópticas (sus ojos permanecen separados); este es un rasgo compartido con otras familias de moscas, como los sírfidos, Pipunculidae y Acroceridae.[3]
La mayoría de tábanos son diurnos, las hembras más que los machos. Estos últimos son crepusculares y enjambran o forman grupos en espera de las hembras para aparearse con ellas. La mayoría de los tábanos tienen hembras hematófagas, esto es, que se alimentan de la sangre que extraen de vertebrados endotermos (mal llamados «de sangre caliente», los mamíferos y las aves). Los machos, por el contrario, se alimentan del néctar y polen de las flores y su vida es breve, muriendo frecuentemente después de la cópula, lo que hace difícil observarlos. Las hembras, como en el caso de los mosquitos, necesitan un alimento rico en proteínas, como la sangre; estos nutrientes son necesarios para la producción de huevos. En su búsqueda de alimento se orientan por bultos y colores; por ello las hembras de los tábanos son atraídas antes por las personas que llevan ropa oscura y los animales cuya piel es igualmente oscura (sobre todo si transpiran activamente) que por los de colores claros. En algunos lugares su comportamiento hematófago los convierte en vectores biológicos y mecánicos de algunos patógenos. Algunas especies africanas del género Chrysops trasmiten un nemátodo filárico, Loa loa, que produce la llamada filariasis cutaneodérmica o loasis en varios millones de personas.
Los tábanos atacan las zonas descubiertas de su víctima no importándoles si este los descubre o no. La picadura es dolorosa, y deja enrojecida la zona afectada causando ocasionalmente inflamación, enrojecimiento y picor, que pueden requerir su tratamiento con antibióticos. Su aparato bucal es lo suficientemente fuerte y largo como para atravesar la piel de caprinos, burros o caballos.
Los tábanos prosperan y son abundantes en hábitats húmedos, regular o estacionalmente inundados de agua dulce o salobre, porque necesitan suelos empapados para su desarrollo (como huevos, larvas y pupas) y como adultos necesitan animales preferentemente grandes. Cuando se presentan como plaga junto a hipódromos o campos de golf, su control es muy difícil, y requiere la aplicación de repelentes químicos sobre los animales o las personas.
Según la mitología griega el tábano fue creado por Zeus para causar la muerte al héroe Belerofonte cuando en su última travesía, para demostrar su valía, viajó en Pegaso rumbo al monte Olimpo, lo cual estaba prohibido para los mortales en esa época. Pero se data aún más atrás y se describe su relevancia y aparición en la Biblia como una de las plagas en Egipto, descrita en el libro de Éxodo en el capítulo 8.
Hembra de Scaptia lata
Haematopota pluvialis, hembra con ojos dicópticos. Ojos con bandas de distintos colores.
Hybomitra macho
Los tabánidos (Tabanidae) son una familia de insectos dípteros braquíceros comúnmente conocidos como tábanos que, como el resto de los dípteros, solo tienen dos alas funcionales, las anteriores. Las alas posteriores han sido transformadas en halterios o balancines, apéndices que ayudan al control del vuelo, lo que les permite volar muy activa y eficazmente, alcanzando los 30 kilómetros por hora en vuelo recto, en particular los tábanos de pradera (géneros Tabanus, Hybomitra, Chlorotabanus, etc.), más que los de hábitats forestales, como Chrysops.
Esta familia posee 4.500 especies alrededor del mundo, de las cuales 1000 pertenecen al género Tabanus. De acuerdo con el catálogo de Tabanidae Neotropical realizado en 1994, 1.172 especies y subespecies se han descrito en la Región Neotropical y de las larvas se conoce solo el 4,1%. Sin embargo, estudios más recientes de 2009 estiman un número de 1 082 especies.
La familia Tabanidae se divide en tres subfamilias:
Chrysopsinae Blanchard, 1840 Pangoniinae Rondani, 1856 Tabaninae Rondani, 1856 El género Zophina es de posición incierta, pero ha sido clasificado en Pangoniinae.Chrysopsinae
Pangoniinae
Tabaninae
Obadi (znanstveno ime Tabanidae) so družina dvokrilcev, znana predvsem po značilnosti, da se prehranjujejo s krvjo sesalcev in boleče pičijo. Vanjo uvrščamo približno 3500 znanih vrst, ki so razširjene praktično po vsem svetu z izjemo najbolj samotnih otokov na skrajnem severu in jugu.[1][2]
So srednje velike do velike žuželke, podobne pravim muham, pogosto s pisanimi iridescenčnimi očmi. Samce je možno enostavno ločiti od samic po tem, da se pri samcih oči stikajo, pri samicah pa so ločene. Kri sesajo zgolj samice, ki potrebujejo obrok za razvoj potomstva (enako kot pri komarjih). Pri njih je obustni aparat preoblikovan v bodalo, s katerim zarežejo v kožo žrtve in nato poližejo kri, ki privre na površino. Samci se namesto tega prehranjujejo z rastlinskim nektarjem in pelodom.[2][3]
Samice odlagajo jajčeca v vodo ali blato, njihove ličinke so plenilske in lovijo druge manjše živali.[2] S tem je verjetno povezana njihova posebnost, namreč sposobnost zaznavanja vodoravno polarizirane svetlobe s spodno stranjo očes; funkcija tega še ni povsem pojasnjena, lahko pa da na ta način zaznavajo vodna telesa za odlaganje jajčec.[4] Posledično najdemo obade predvsem v vlažnih okoljih, so pa zelo močni in spretni letalci, tako da se z lahkoto selijo.
Obadi (znanstveno ime Tabanidae) so družina dvokrilcev, znana predvsem po značilnosti, da se prehranjujejo s krvjo sesalcev in boleče pičijo. Vanjo uvrščamo približno 3500 znanih vrst, ki so razširjene praktično po vsem svetu z izjemo najbolj samotnih otokov na skrajnem severu in jugu.